sábado, 27 de octubre de 2012

LAS RATAS




La victoria tiene cien padres, la derrota es huérfana,  como dijo Napoleón Bonaparte. Los patrocinadores están abandonando, sin mirar atrás, a uno de los iconos mundiales del dopaje, que antes fue un vencedor indiscutido –no es bueno asociar tu reputación social a un apestado-, al que ahora sólo defienden quienes se escaparon de la red cazatramposos por sus huecos reglamentarios o así.

Como ya he opinado en alguna ocasión, no creo que el rugby esté en un utópico mundo oval en el que todos somos buenos. Es evidente que jugar cuarenta o más partidos de rugby al año en los que se reciben
centenares o miles de golpes requiere una salud inhumana de quien ha hecho de ello su vida profesional y que es, para su desgracia, humano. Incluso a veces nos sorprenden noticias sobre deportistas aficionados
que dan positivo en sustancias prohibidas en remotas competiciones de las fronteras del rugby pero las altas instancias sólo encuentran algunos pecadores en la élite mundial muy de vez en cuando.

Algunos dirigentes parece que en la realidad odian el dopaje pero se compadecen tanto de los dopados que no pueden ponerse a hacer cumplir sus normas en serio. Quizá, como otros dirigentes de otros deportes profesionales, lo que miran es sus ingresos sobre todas las cosas. Entonces ¿Para qué están las reglas?

No soy partidario de la “barra libre” de productos dopantes y más en un deporte cuya práctica, como la de todos los deportes profesionales, no es esencialmente buena para la salud de sus practicantes. Pero soy partidario de un cambio de mentalidad en el problema, en vez de animar al deportista a que juegue en el límite de la regla –que violará a veces cuando el árbitro no mire-, hay que incentivar un juego con límites en la salud de sus practicantes.

Enhanced by Zemanta

domingo, 21 de octubre de 2012

SOLO LA VICTORIA ES BELLA


En plena semana electoral puede ser un titular confuso para una
columna en la prensa. Y aunque bajo este titular podríamos escribir de
deporte y trampas para obtener la victoria –el dopaje es una de ellas
tan sólo-, quisiera llamar la atención sobre un problema de nuestro
rugby, se está introduciendo la mentalidad de que el resultado exige
recortar el espectáculo, cada equipo sólo debe de perseguir la
victoria y esa victoria es más fácil de alcanzar reteniendo el balón
sin arriesgar su pérdida en lo posible y con una defensa asfixiante
que impida crear juego al contrario, todo ello con una disciplina
colectiva férrea.
Es evidente que ese esquema mental puede servir para una competición
entre equipos de fuerza parecidas  pero es inútil –que se lo pregunten
al Gernika en su andanza europea-, para enfrentarse a equipos de un
nivel muy superior.
Un buen entrenador es consciente de las fuerzas y debilidades de su
escuadra a la vez que debe manejar la misma información del equipo
rival  y su planteamiento táctico en un partido determinado va a estar
en función de su evaluación de las fuerzas enfrentadas y que deben los
jugadores haber asimilado correctamente. A veces, en una liga  como la
española en División de Honor A, parece que todos nos conocemos
demasiado y que el resultado perseguido obliga a jugar a todos los
equipos con patrones muy parecidos hasta que los azares del balón oval
rompen el partido.
Cuando acaban los encuentros, sin embargo, como espectador –y creo que
no soy el único-, me acuerdo más de las imágenes de las jugadas que
surgen después del momento de ruptura,  cuando la creatividad parece
sustituir a la disciplina, que de todo lo anterior y, a veces, lo
anterior se hace muy largo. Quizá habría que buscar cómo reflejar en
el resultado la belleza del juego de cada equipo si tal belleza no
condujera, como sí conduce a algunos equipos, a un bello resultado
también.

jueves, 18 de octubre de 2012

HOMO MIGRATORIUS

Autonomous Basque Country

“Todos somos inmigrantes” no es un slogan es una realidad. Quizá habría que decir que todos somos migrantes.  Sin embargo vivo en un país, Euskadi, en que se sigue valorando irracionalmente algo tan incidental como el haber llegado antes a estas tierras. Los ciudadanos vascos tenemos una tendencia –generalizo peligrosamente-, a creernos un pueblo, el pueblo vasco, unido a un marco geográfico y que recibimos cordialmente a quienes vienen para integrarse en nuestro pueblo. Me da que hay mucho de falso en esta creencia.
El hombre erecto y sabio es muy probable que nació migrando desde su cuna africana hasta ir poblando las tierras más o menos habitables. Evolutivamente se socializó en familias, tribus, pueblos, ciudades, reinos, repúblicas, imperios… más o menos complicados y aquellas sociedades se hicieron unas sedentarias por la agricultura y la ganadería de forma mayoritaria y otras sociedades se hicieron nómadas también por alimentarse, establecieron relaciones unas con otras por la guerra y el comercio, se impusieron unas a otras, unas obligaron a otras a migrar y las que migraban oprimidas por sus enemigos se convertían en sojuzgadoras de otras que ya estaban de antes en su punto de destino, unas resistieron hasta hoy, otras han ido desapareciendo con sus modos de civilización, de lengua, de religión de cultura…
También las familias y los individuos han migrado desde siempre y se han incorporado o no a otras sociedades que los han recibido. Pienso en mis abuelos, mis bisabuelos, mis tatarabuelos y los veo con esa mezcla de personas que unas permanecieron en sus terruños vitaliciamente y otras se desarraigaron hasta llegar por el azar y la necesidad a mi generación nacida casualmente en Euskadi;  y veo la siguiente generación dispersa por el mundo, mezclándose con personas de otras civilizaciones y dando origen a una inmediata descendencia multicolor de ciudadanos del mundo. Es un hecho. Todos somos tan migrantes como sedentarios.
Esta sociedad vasca actual,  fruto de azares históricos de los que ha sido poco protagonista y más sujeto pasivo, mantiene lazos con sus descendientes que la añoran pero pocas veces vuelven a integrarse en ella y ahora algunos de sus componentes quieren convencer al resto de que hay que romper lazos con quienes nos rodean, sean nuestros padres históricos, nuestros hermanos de gloria y sufrimiento o nuestros hijos de sangre y de ley, para hacer nuevos lazos  después de un parto de lágrimas y sangre.
Vale, a este hombre migratorio no le dan miedo las independencias sean de naciones, de territorios, o de barrios incluso… pero no me fío de los independentistas, no me fío, tienen cierto aire de eslabón perdido, de vuelta a la cueva, a la caverna que los osos habitaron antes de que quizá los várdulos llegaran por aquí, várdulos a los que algunos euskaros puede que exterminaran con ayuda de los romanos que pasaron por aquí antes de formar, a base de pillaje y fornicio una prenación hispanorromana que ocupó y envolvió más de lo que se cree a los vascones. Y luego vinieron los godos, creo, que se pasaron por la piedra, es un decir, a los anteriores hispanorromanos y los hispanogodos resultantes se debieron llevar bien con los vascongados pero los sarracenos llamaron a la puerta al cabo de poco y se pasearon hasta nuestra tierras navarras para dar origen a un reino medio moro medio godo y con gotas vascas que se apuntó a lo de la reconquista hasta no dejar un hispanoárabe que molestase en las guerras fratricidas que se hacían vizcaínos y guipuzcoanos entre sí y entre navarros. Con lo cual los ancestros vascos pudieron irse a por botín y gloria en la carrera del Descubrimiento y a matar indios como moscas, sin ningún respeto a sus lenguas minoritarias ni demás zarandajas que no eran las nuestras y además les llevaron a un par de millones de negros de África para hacer de aquellas tierras un crisol de razas y costumbres –que los vascos eran feroces guerreros, excelentes marineros y comerciantes sin escrúpulos, además de fanáticos evangelizadores-. Claro que británicos, franceses y otros vecinos europeos querían sacar tajada y los vascos tuvieron que hacer de corsarios, de almirantes de la Corona y de tripas corazón para evitar que otros ladrones robasen el fruto del expolio esforzado sobre los indígenas. Y cuando vinieron por tierra hicieron todos los alardes de resistencia en la frontera que ya se sabe. Lo de Napoleón fue antesdeayer y luego se defendieron las cadenas carlistas del absolutismo en el campo, mientras las capitales se empeñaban en dar un salto a la modernidad.  Así que matando y muriendo, follando o no, nos encontramos aquí y ahora hispanovascos, rumanovascos, ecuatorianovascos etc. Junto con algunos vascosvascos pensando en un futuro civilizado para esto, sea Euskalherria, Euskadi y Nafarroa o las Vascongadas y el Departamento 64 o lo que toque.
Lo dicho, el hombre migratorio, solo o en compañía de otros, es una especie –sea vasca o no-, tan dañina para el planeta tierra que puede sobrevivir cualquier cataclismo independentista por aquí y por allá, como ha sobrevivido genocidios, exterminios, ocupaciones e invasiones ¿Dónde vamos a cenar hoy?



Enhanced by Zemanta

lunes, 15 de octubre de 2012

LO QUE REPRESENTA EL EQUIPO

English: Pottoka, mascot of the French rugby u...
English: Aviron Bayonnais rugby union team in ...
Alguna vez hemos dicho que equipos de rugby como el Munster son tanto
un equipo como la representación del viejo reino de  Munster, una de
las cinco históricas provincias de Irlanda y que el rojo entorno que
forman sus seguidores en las grandes ocasiones es una muestra de total
identificación entre representados y equipo representante.
El rugby profesional no abandona sus raíces y cada club es consciente
de que su “suelo” es lo que le permite existir. Ese entorno que es
siempre fuente de presión ya que está obsesionado por la satisfacción
de sus propias necesidades, que es un caníbal que devora a los suyos a
la vez que quiere su triunfo sobre los equipos que representan las
identidades vecinas. Los valores del espectador éste los ve
compartidos por el jugador que lleva sus colores en el terreno.
Posiblemente los equipos celtas -irlandeses, galeses y escoceses-, no
requieren que sus dirigentes  se excedan en mantener ese vínculo pero
no pueden descuidarse. Los equipos que disputan las dos ligas más
fuertes en Inglaterra y Francia tienen que acudir, ya que sus
plantillas suelen tener muchos elementos trasplantados, a subrayar esa
identificación entre equipo y seguidores.
El Olympique de Biarritz añadió estratégicamente “Pays Basque” a su
denominación oficial y utiliza los colores de la ikurriña en su
indumentaria en un reclamo y recordatorio de su entorno social, a la
vez que fomenta las Peñas en las que familias de seguidores pueden
vivir el rugby todo año. El Aviron Bayonnais no ha necesitado de
estrategias de marketing para formar la comunión de sus Peñas,
verdaderas corales que hacen una emocionante banda sonora que levanta
a su equipo y sobrecoge al contrario, con el club pero su mascota
Pottoka pone el toque identitario de una forma humorística y nunca
descuida su  identificación con nuestro país.


Enhanced by Zemanta

domingo, 7 de octubre de 2012

EL RUGBY PASA POR LANDARE

Esta foto es mía propia. Así que no hay pegas ...


Aunque el Urumea a veces pasa por Landare y se queda un tiempo, la semilla del rugby llegó un día y se ha quedado para siempre, esperemos. Esta temporada estamos disfrutando de sus frutos y, como el inicio ha sido bueno, las siguientes también.
El modelo de equipo que el Hernani CRE ha elegido es distinto del propuesto por los otros tres equipos de Euskadi, Ordizia, Getxo y Gernika. Confiar en la cantera, darle el premio de competir con los mejores jugadores que los demás han podido importar, ser fiel  a su filosofía y a sus valores y crecer desde sus raíces, reforzando incluso el vínculo con Hernani, son elementos atípicos en el rugby actual, aunque sea un rugby tan pequeño como el español.
No es romanticismo sin embargo, me parece que es una opción realista aquí y ahora, porque se basa en ese loable –y loado muchas veces ya-,  trabajo de años que se ha llevado a cabo en Landare Toki por tantas personas y que permite sostener ese conjunto representativo de la población.
La evolución de las circunstancias puede llevar a tener que adaptarse para sobrevivir primero y para después marcarse objetivos más altos, como los otros equipos vascos han hecho pero la inteligencia de quienes los dirigen les ha llevado, con mayor o menor fortuna, a mantener ese valor del vínculo con la localidad que les hizo nacer y a la que representan y aquí los ejemplos a seguir pueden estar en los dos primeros clubes de Iparralde pero, mientras se llega a ese momento, degustemos la emoción de ver a los “tigres” de Hernani pelear cada uno de sus encuentros sostenidos por un público ejemplar en un campo –que necesita una mejora, eso sí-, donde gatearon hace un tiempo detrás de su primer balón oval.
Enhanced by Zemanta