domingo, 28 de septiembre de 2014

LAS MAÑAS DEL QUE NO ERA MAÑO QUE AMAÑABA

Soccer football match near La Chopera - Txopoe...
Soccer football match near La Chopera - Txopoeta, Lamiaco-Lamiako, Lejona-Leioa, Biscay. Lamiaco fields were the first placed where the British played football against the Biscayne in the XIX century, thus being one of the first places to hold football matches in Spain. Currently there still are football fileds in the neighbourhood, visited by crowds every weekend. (Photo credit: Wikipedia)
-          Parece que hay bronca con un tema de partidos de fútbol amañados –Me dice un “tripasai”, realista de nacimiento, al encontrarme-, Y además está liado un maño al que quizá conozcas.
-          Está amparado por la presunción de inocencia, es maño por adopción y no lo he visto en la vida pero el que esté libre de pecado que tire la primera piedra –le contesto e intento una inútil finta de esquiva-, tengo prisa que me cierran el súper.
-          Eso en Euskadi no pasa –me suelta el tópico axiomático sobre la corrupción que la realidad tantas veces desmiente-, y en el rugby tampoco.
Pienso que esto último me lo ha dicho para que le haga caso y, siendo mentira lo del cierre del súper, consigue placarme en plena acera.
-          Yo no pongo la mano en el fuego por nadie porque el fuego no entiende de verdades y mentiras además hay resultados en el rugby, como en todos los deportes, que contradicen inesperadamente los pronósticos y que acaban conviniendo a ambos equipos. Y no me refiero a los casos en que un equipo profesional hace una alineación inadecuada porque está planeando otros partidos…
-          ¿Y vuestros famosos valores?
-          Precisamente. La ética del rugby exige que los castigos sean ejemplares en el ámbito deportivo,  porque va a haber infracciones tiene que haber sanciones y que los equipos tramposos desaparezcan de la competición. Tolerancia cero.
-          ¿Qué crees que pasará con esto de los amaños del fútbol? –me pregunta al despedirnos-.
-          Nada.
En realidad pienso que todo dependerá del poder auténtico que tengan los impulsores de las actuaciones y los implicados en ellas, ese poder que da el dinero y que permite comprar informaciones y voluntades.


viernes, 19 de septiembre de 2014

JUGAR SIN BANQUILLO

Australian forward Paul Gallen, RLWC 2008.
Australian forward Paul Gallen, RLWC 2008. (Photo credit: Wikipedia)

-Ahora un jugador de 150 kilos se entrena para jugar los últimos 20 minutos y así romper el partido –dice el Marqués de Altamira-, lo cual distorsiona totalmente el juego.
- Hay que jugar sin suplentes de nuevo, como ha propuesto Vincent Etcheto, el entrenador de la Union Bordeaux Bégles – sigue Jon Galtzagorri que lleva años en contra de los cambios de medio equipo en los partidos de rugby-.
- Yo creo que los suplentes por lesiones son necesarios pero habría que poner menos suplentes, uno para la primera línea, otro para el resto de la delantera y un tercero para los tres cuartos –el Barón de Altamira sugiere, mientras pone la última ronda en los vasos de la cuadrilla-, y que sólo se cambiaran por sangre o lesiones…
- Y se harían trampas –Corta Galtzagorri-, nada, no hay que hacer cambios, salen quince y a jugar los 80 minutos y si te rompes la pierna sigues jugando, que esto es rugby y no…
-Te olvidas de que los profesionales son trabajadores del rugby y de que hay que preservar su salud y salvar el espectáculo –interviene el Marqués de Altamira que recoge la mesa-, hacen falta los cambios pero hay que limitarlos de alguna manera, porque ya hay jugadores en todos los equipos que tienen un entrenamiento específico para no jugar un partido de rugby sino un entremés o un postre y eso no es rugby.
- Yo era tan malo que mi puesto era de suplente y así he jugado en todos los puestos del equipo ¡Nosotros sí que éramos polivalentes! –Digo yo, que me gustan las viejas historias-.
- Que se vuelva a los tres suplentes y así verdaderamente habría sitio para todos los tamaños de jugadores en el rugby, los presupuestos de los equipos se reducirían y los entrenadores se aplicarían en sus estrategias –Insiste el Barón de Altamira con el horario de Cercanías en la mano-.


sábado, 13 de septiembre de 2014

DUCHA ESCOCESA

Uma vista do Castelo de Edimburgo, num dos par...
Uma vista do Castelo de Edimburgo, num dos parques da cidade. Francisco Miguel Rodrigues (Photo credit: Wikipedia)
-          El pueblo se ha quedado vacío –comenta un tipo entrando en la sociedad-, han debido  poner vuelos “loucosto” (sic) a Escocia porque se ha ido incluso casi todo el ayuntamiento y su cuadrilla…
-          Pero si el VI Naciones no ha empezado aún –le comento junto a los fogones-, y esos no han ahorrado como nosotros todo el año para pagarse el viaje de su bolsillo.
-          ¡Qué no te enteras “contrateras” (sic)!  Que se van a lo del referéndum.
-          ¡Cualquier excusa es buena para darse una vuelta por Edimburgo!
Los rugbiers tenemos una parte del corazón muy escocesa. Desde que en 1925 Murrayfield, antiguo terreno de polo, sustituyó a Inverleith porque allí no cabían los 60.000 espectadores que el entonces excelente XV del cardo arrastraba a sus partidos, este estadio se ha convertido en un lugar de peregrinación sino anual –la economía no lo permite-, al menos, frecuente, con ocasión de alguno de los partidos del más prestigioso torneo del hemisferio norte, sobre todo contra alguna de las otras naciones celtas.
Aunque oficialmente caben 62.000 espectadores sentados, se dice que en 1975 en el partido contra Gales, llegaron a entrar 104.000, quedándose unos miles más fuera a pesar de tener entrada. Estos excesos no son posibles ahora, las medidas de seguridad y el doble recinto con sus consiguientes dobles controles que hay que atravesar lo impiden.
Va a hacer 25 torneos con el próximo que Escocia no realiza un Gran Chelem, ganar a todas las demás naciones, más bien suele pelear por no ganar la cuchara de madera, perder con todas las demás naciones, pero en todo caso merecerá la pena darse una vuelta por Edimburgo antes, durante y, sobre todo, después de cada uno de los partidos del Torneo de las VI Naciones del 2015.



domingo, 7 de septiembre de 2014

UN CIERTO PERFUME DE HISTORIA DEL RUGBY

Foie gras "en cocotte" with mustard ...
Foie gras "en cocotte" with mustard seeds and spring onions in duck juice. (Photo credit: Wikipedia)
Los 7.463 espectadores se horneaban en Aguilera, viendo como el Stade Montois controlaba el encuentro  con su juego abierto y osado frente a un encogido Biarritz Olympique al que el miedo a perder se le trasluce demasiado,  pero pasado el minuto 60, segunda pausa para refresco de los jugadores, al que se llegaba con un 9-17 corto para la superioridad visitante, el talonador local remplazante ha logrado un primer ensayo que no se ha transformado que ha sido seguido inmediatamente de un segundo ensayo entre palos del ala, dando total vuelta al marcador que ha cerrado con un 24-20 a favor del sorprendido equipo biarrota que solo ha necesitado jugar 20 minutos y aburrir otros 60 para llevarse unos puntos muy necesarios. Mientras, en Mont de Marsan, se está preguntando cómo han perdido –menos un bonus defensivo-, lo que ganaban con total facilidad pero fallando dos golpes y despreciando superioridades manifiestas ante una defensa blandita y caótica.
Aguilera ha recibido un derby vascolandés –en los sanfermines de la vieja Iruña hemos visto anuncios de festivales de recortadores que se anunciaban como “corridas vascolandesas”-, uno de esos encuentros en que los prolegómenos hablan del glorioso pasado de los clubes y de su azaroso presente.
La leyenda marina dice que las ratas, pobres ratas, huyen del buque que se va a hundir cuando la realidad demuestra que hay capitanes capaces de abandonar el barco en primer lugar. Calificativos aparte, el Olympique se hundió con sus capitanes ausentes del puente pero sembrando la discordia en las máquinas, y ahora alguno hay que ha resucitado milagrosamente en su nuevo club, dando así una nueva lección de ética deportiva en el mundo del rugby.
El Stade Montois ha pasado dos veces brevemente por la máxima categoría profesional del rugby francés con una fidelidad a los principios sustanciales de su juego colectivo que resulta asombrosa y del que surgen jugadores que luego destacan otras formaciones pero que no dejan, en su salida, regusto amargo en las gargantas de los fieles seguidores de las Landas.
La corrida vascolandesa de esta tarde en Aguilera ha sido un enfrentamiento entre un club que había olvidado la dureza del profundo rugby regional- la D2 francesa es todavía más sureña que el Top14 que también lo es-, de los desplazamientos en autobús en el día y un club que se faja desde tiempo inmemorial por estadios rurales de la Galia de la boina, la baguette bajo el brazo con el Sud Ouest, además del  foie gras,  ricard o pernod o pastis o los tres, los quesos que cantan y la digestión con armagnac.
Tres horas antes del pitido inicial han empezado las animaciones que el club anfitrión había previsto para ambas aficiones y que han calentado fraternalmente sus motores.  Luego un match de los que no hacen afición, con algunos silbiditos y gritos jaculatorios a la Presidencia, y los de aquí han pasado de la depresión a la breve euforia del resultado, los de allí lo contrario.


sábado, 6 de septiembre de 2014

EL RUGBY ES UN DEPORTE DE BALÓN

Español: Mele en partido de División de Honor ...
Español: Mele en partido de División de Honor de rugby. CRC-Cajasol Ciencias (Photo credit: Wikipedia)
Solemos decir que lo más difícil de demostrar en un juicio es lo evidente, lo que se ve. Llevar a que el Juez vea lo que es obvio para nuestra parte tropieza con todas las dificultades de la comunicación entre humanos: no hay peor sordo que el que no quiere oír. Decir que el rugby es un deporte de balón parece que es una cosa innecesaria, innecesaria porque parece que todo el mundo lo sabe: el rugby se juega con un balón oval.
Los partidos que se están jugando en el torneo de las IV Naciones del Hemisferio Sur son partidos en que se “ve” el balón, esto es que el oval circula de un jugador a otro y que sale rápidamente al juego  cuando queda atrapado bajo un ruck o se disputa una melé. Sin embargo, hemos visto muchos partidos la temporada pasada, incluso en nuestra División de Honor A, en los que el rugby se convierte en un combate entre quince bisontes de un lado frente a quince bisontes del otro lado que colisionan cuerpo a cuerpo con la excusa de que uno de ellos lleva agarrado un balón oval que no soltará, si se acuerda de hacerlo, hasta que no pase por el suelo.
El rugby es un juego de balón y de contacto, por tanto es lógico que además de verse el balón se vean choques físicos pero lo que aspiramos los espectadores es que se vean proporcionadamente –como sucede en esos partidos del Sur-, y que no nos conviertan este deporte en una especie de “sumo” en grupo que vacía las gradas, sobre todo nuestro rugby a XV masculino que tiene una salud delicada.
Hay quien habla de establecer categorías por pesos, como en la sokatira, para que el juego sea más vistoso pero es de esperar que este deporte evolucione en todo el mundo sin dejar de ser un deporte de balón… y de contacto.