sábado, 25 de febrero de 2017

VERDI E’MORTO

El tonto del pueblo vestido de Rigoletto gritaba llorando “Verdi e’morto” al principio de la monumental película  “Novecento”. Murray y familia han preparado un grupo carnavalesco vagamente inspirado de los personajes de la ópera del autor referente del “risorgimento” nacionalista que unificó Italia, así que, con su mejor voz de barítono, le dice al Marqués de Altamira, que, por su parte, ha traído la bolsa con las pelucas de lord que ha comprado en el “chino” de la esquina para completar el atuendo de su familia en los próximos “iñauteriak”:
-          Verdi  e’ morto, azzurri sono morti, domenica macellazione! –Esto es, que el domingo los italianos van a ser masacrados en Londres, en versión macarrónica de Murray-.
-          Pero ya les gustaría a los leones saltar a Twickenham el domingo, aunque fueran  a ser devorados por los cristianos, en lugar de los italianos –el Marqués le contesta, con su voz profunda de bajo, en un recitativo-.
-          En España no ha habido patrocinadores del rugby hasta ahora, como han tenido en Italia –Galtzagorri constata, la nariz de clown apenas le tapa la punta de nariz-, nuestras empresas multinacionales se dejan llevar por la corriente del Ebro en materia de responsabilidad social y piensan como anunciantes en vez de como empresarios.
-          ¡Si solo fuera en el deporte! Es lo que hay ¡Para sentirse orgullosos!
El Barón de la Florida es quien dice esto último; acaba de llegar acompañado de un nuevo comensal, un tipo colorado, no muy alto, de ojos saltones que saluda, con acento británico a cada uno, presentándose.
-          Cromwell, Oliver Cromwell, profesor de inglés.
-          I puritani! –exclama Murray- ¡Con Bellini ya estamos todos!  
-          Pero el domingo los leones ingleses –dice  el recién llegado-, se van a comer a los italianos como un tournedó a la Rossini.


viernes, 17 de febrero de 2017

ESTE FUERTE NO SE RINDE

Hay veces que el Barón de la Florida recuerda a un Samurái de película japonesa en blanco y negro, no hace falta que se maquille o se vista –me consta que tiene en un armario, bien guardado, todo el attrezzo necesario, de una autenticidad discutible-, pero su figura corpulenta y su rostro impasible, con una mirada penetrante, indican que, en su día Samurái, no está para bromas y que da la impresión errónea de que podría usar la catana para rebanar la cabeza de su interlocutor sin perturbarse en absoluto.
-          Recibimos visita de Valladolid esta semana en Hernani –comenta Galtzagorri entrando a la cocina de la sociedad-, y no sé cómo está la cosa.
-          El coraje está en todos y cada uno de los jugadores –el Barón de la Florida está lavando y preparando unas endivias, un filoso cuchillo en la mano-, no hay miedo, sino respeto y precaución…
-           Pues si la clasificación no engaña estamos en una situación límite –Galtzagorri que está controlando el estofado de pollo y no ha percibido el ritmo pausado y el tono obscuro de las palabras de su amigo-, y para superarla hace falta fuerza, mucha fuerza, y bastante más juego del que ha habido hasta ahora.
-           El entrenamiento ha sido intenso y la preparación colectiva del partido dará las bases adecuadas desde el pitido inicial…
-          Mientras al pitido final, el resultado no se frustre como esta tarta de chocolate –Galtzagorri saca del otro horno una bandeja con una masa informe-, que se nos ha atortillado, parece el terreno de Landare un día de lluvia.
El Barón de la Florida recoge meditabundo el postre de manos de su amigo y se dispone a aprovecharlo como base para un “château” de galletas que rápidamente prepara, mientras proclama:

-          Landare-Toki no se rinde.  

jueves, 16 de febrero de 2017

PUFOS

Llegó con puntualidad alemana, cinco minutos tarde, y le tendió un sobre a Murray.
-          Quería darte por lo menos 1.500€ a cuenta.
Murray se lo guardó en el bolsillo interior de la chaqueta sin gesto alguno. Galtzagorri se alejó y se sentó un poco más lejos, en otra mesa de la terraza de la cafetería, hasta que Murray se volvió a quedar solo, media hora más tarde.
-          ¿No lo has contado?
-          ¿Para qué? No habrá ni 1.000€ -Murray se equivocaba, había 1.350€, como pudo comprobar al hacer el ingreso en el banco-, y me debe tanto, que lo que me traiga bienvenido sea. Así es la vida.
-          ¿A qué se dedica? –Galtzagorri volvió a preguntar-.
-          A sus pufos, o sea a los negocios, lo conocí hace tiempo promoviendo máquinas para hacer zumos de naranja, luego anduvo con los teléfonos, al principio de los móviles, también ha estado en el sector inmobiliario y ahora anda exportando alimentos deshidratados o algo así para los chinos de África, creo. Un superviviente, es lo que es.
-          Lo que el Barón de la Florida llama un “trader” de los c…
-          Y mi amá tratante de ganados y, sobre todo, de perdidos.
El Marqués de Altamira apareció sonriente con las dos bolsas de materias primas para la cena semanal.
-          Me acabó de cruzar con tu “cliente” pero él iba tan ocupado, hablando en inglés con su móvil, que no me ha saludado ¿Habías quedado con él? ¿No?
-          Si, ya hemos estado en confesión una vez más. Ahora, hará lo que le dé la gana con mis consejos, como siempre.
-          Hace poco me lo encontré hablando con un industrial armero guipuzcoano muy conocido en esta misma cafetería –completa la información el Marqués-, y me dije ¿Qué pufo de tráfico de armas estarán montando estas dos figuras? Y puse el oído con disimulo.
-          ¿Y?
-          Estaban celebrando la toma de posesión del naranjito Trump.


viernes, 10 de febrero de 2017

EL GALLO EN EL CARDO


-          Por nonagésima primera vez se van a enfrentar franceses y escoceses el próximo domingo –dice Murray, entrando en el  “Bar de la Rubia”-, el año pasado les “ganamos”  en Edimburgo y este año también.
-          Desde 1999 –le recuerda Hiruntchiverry dirigiéndose raudo al excusado-, el Gallo se ha comido al Cardo siempre en París.
-          Este año presiento que la capacidad ofensiva de Escocia está por encima de la francesa  -insiste Murray desbordante de optimismo-,  se demostró frente a Irlanda, se nota la mano de Cotter en el juego, los buenos resultados de los Glasgow Warriors se han transmitido a la selección…
-          Tú lees mucho rugby – Galtzagorri corta poniendo las consumiciones, que ha recogido del mostrador, en la mesa-, pero analizas poco lo que se ve en la pantalla. Francia, si Novés corrige las indisciplinas, que las corregirá, puede ganar aún el Torneo a pesar de la derrota por los pelos del otro día, mientras que los escoceses defienden poco y mal, como se vio frente a unos irlandeses más despistados que otra cosa.
-          La última vez en mi vida que voy a una sidrería –Hiruntchiverry se sienta en la mesa-, como trampa para cazar turistas no está mal, pero es lo más alejado que existe del arte gastronómico.
-           Sin hablar de los fideos de abadejo –añade Labarthe que está mosqueado porque la rubia no se ha aparecido en carne mortal detrás del mostrador como le habían prometido sus amigos-, así que Murray ¿Te apuestas una comida con angulas a que la selección francesa gana por más de siete a la selección escocesa?

Y el silencio se hizo en el “Bar de la Rubia”, allá por Hernani, un clamoroso silencio.

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viernes, 3 de febrero de 2017

DEMASIADO RUGBY

-          ¿Verás la final ésa de rugby tan importante que hay este fin de semana? –Le suelta el vecino gastrónomo a Murray en la puerta del ascensor y, ante la cara de incomprensión de su interlocutor, prosigue- ¡Eso del superbowl, hombre!
Murray agradeció la información y subió andando como de costumbre, de todas maneras no cabían los volúmenes de ambos simultáneamente en el ascensor comunitario. A la noche comentaba el incidente con sus amigos.
-          ¡El fin de semana que empieza el Torneo! ¡Con un Inglaterra-Francia que no hay que perderse! ¡Con Escocia dispuesta a derrotar a Irlanda de una vez! Y me sueltan esa mamonada…
-          Es lo que hay. Y eso que todos los años se asoma el rugby de élite por las televisiones de pago –dice Galtzagorri ojeando la revista con la programación del Torneo de las VI Naciones-, e incluso el rugby nuestro también se retransmite con más frecuencia.
-          Pero mientras el rugby no eche raíces en la educación –interviene el Marqués de Altamira-, mientras que a los niños y niñas no se les den verdaderas oportunidades de madurar en nuestro deporte, mientras el deporte base, todos los deportes en realidad, sea aplastado por el omnipresente…
-          ¡El que pronuncie la palabra maldita paga la cena! –Corta el Barón de la Florida-. Ya sabes que hay que pedir permiso a la asamblea para hablar del balón tonto y nunca se ha concedido cuando se está discutiendo de deporte, solo cuando se habla de corrupción, dinero negro, analfabetismo…
-          Pues mi cuñado ha dicho que en la tele de mi casa hay demasiado rugby.
-          ¡Ponle el  Italia – País de Gales!

Ya no se sabe quién dice qué.