jueves, 21 de septiembre de 2017

ÉIBAR EN MEDIO DEL CAMINO

Aparcar en Éibar es muchas veces complicado pero a veces es imprescindible el coche particular para llegar a una cita en Éibar y luego hay que encontrar el lugar de la comida, calle arriba pero, por fin, los cuatro rugbiers -un rugbier nunca deja de serlo hasta el pitido final de la vida-, aparecieron por la sociedad gastronómica.
- ¡Estoy de caracoles, butifarra amb mongetes, escalivadas y otras samfainas hasta la coronilla! -saluda Galtzagorri que ha vuelto de vacaciones en la Costa Brava-, así que espero, Ignasi, que esta vez no nos hayas preparado otra catalanada de las tuyas.
Iñaki, de Ibarrekruz de toda la vida, pero catalán por vía de estudios y de cónyuge que conoció en sus ratos libres por las Ramblas, no se inmuta y acaba de preparar el tataki de ternera que deja a un lado, mientras sirve los aperitivos.
- Supongo que no le harás ascos a este “blanc de blancs” de macabeu y garnatxa que me ha regalado mi cuñado, lo de regalado es un decir.
- Pasame un vichy catalán que me toca conducir a la vuelta -responde el donostiarra- ¿Qué pasó el sábado que se os atragantaron los burgaleses una vez más en Unbe?
- Supongo que tenemos una plantilla corta aun y que convendría inyectar algo de experiencia en los delanteros, controlar la disciplina de algunos y seguir con el rodaje pero el partido no estuvo mal, a pesar de los quince puntos que nos clavaron en golpes de castigo.
- BeraBera y Zarautz fueron los únicos equipos guipuzcoanos que comenzaron bien -dice el Barón de la Florida, abriendo la segunda botella del vino de Peralada-, porque en Landare y en Altamira se anduvo muy cortos de combustible.
- Estos primeros partidos, cuando se pierden, siempre se dice lo mismo en todos los equipos -dice el Marqués de Altamira, corrigiendo de aceite la sopa de dos tomates que tiene delante-, tenemos la plantilla que tenemos y no la que queremos, necesitamos un par de gordos con cuernos para la primera línea, un pateador en racha y que los de siempre se aprendan las reglas y los criterios de los árbitros.


- Pareces mi cuñado el catalán -dice Murray, descorchando un negro vino del priorato-, ¡Vaya! Todo el mundo tiene un cuñado catalán.

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