jueves, 8 de febrero de 2018

AQUARIUM


Este fin de semana, mientras unos se van a Edimburgo en la peregrinación anual con el peculio que han ido formando mes a mes en la cuenta común, otros se quedan en casa a ver el Torneo de las VI Naciones por televisión, aunque sea en un establecimiento de hostelería con ambiente o en una sociedad gastronómica que no es mal plan tampoco. No solemos mencionarlas muy a menudo pero las mujeres de la cuadrilla, cuyas nimiedades se suelen asomar a esta columna, son habituales seguidoras del deporte del balón oval, alguna ha hecho varias temporadas vestida de corto y hay quien se cayó de pequeña en la caldera del rugby y sabe más de este deporte que muchos plumillas de reconocido prestigio en nuestro reducido ámbito deportivo.
Así que me extrañó encontrarme con Galtzagorri y señora con un pelotón, bastante ordenado, de infantería familiar en la puerta del Aquarium donostiarra, pasada ya la hora en que los buzos dan de comer a los tiburones bovinos y demás piscifauna.
- ¿Es que hoy no hay clase? -Pregunté en mi ignorancia de la programación de huelgas, fiestas de guardar y gripes que ahora se lleva en el calendario escolar-.
- Pues no hay para éstos y no me preguntes por qué, así que les traemos a este zoo de cristal, aprovechando la baja temporada -Me dijo Galtzagorri que se ha puesto el maillot verde del trébol el sábado pasado y que no se quitará hasta el 17 de marzo próximo-, para que no se enfríen por ahí.
- ¿Por qué tienen presos a los peces y no los dejan sueltos en el mar? -Pregunta una de las niñas que me ha visto equivocadamente cara de experto por encima de mi pajarita-. Es muy triste verlos en las peceras…
Habiendo padres delante, nunca hay que responder a las preguntas de los niños, así que me dirijo a Galtzagorri:
- Otro año que el Torneo se lo va a llevar Inglaterra fácilmente, no parece tener rivales, los irlandeses ganaron a esos mediocres franceses porque tuvieron mucha suerte en la última jugada.
- Irlanda me parece que tiene capacidad para ganar este año el Torneo y que el sábado controlaron el partido para ganarlo antes de que se acabe, que es cuando hay que ganarlo -Y volviéndose a la niña termina-, el cerebro de los peces no distingue el acuario de la libertad, o sea que no se enteran de que carecen de libertad.
Y luego musita para los mayores:
- Como muchos hombres, como muchos...

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